El utlimátum del Lonko

Hace unos días el Lonko José Cariqueo, de San Ramón Provincia de Malleco, vocero de los presos políticos mapuche, dio un ultimatum al gobierno: o aceptan las legítima demandas de los huelguistas o habrá alzamiento de las comuniades... y todos quedaron plop.
La memoria desmemoriada recuerda el futra malon de 1881, cuando la fundación de Fuerte Temuco significó la última descarga de los mapuche sobre tropas chilenas. Esa vez fueron piedras y palos contra un ejército. Pero ahora ¿qué podría significar? Lo cierto es que, sumado a la presión internacional que sintió Bachelet en Europa y al temido desorden que se vive acá en La Frontera, fue suficiente como para que ahora sí el gobierno estuviera dispuesto a dar urgencia a una ley que libere a los presos.
El gobierno sabe perfectamente que la aparente inorganicidad del pueblo mapuche no es tal. Ellos saben que todos y cada uno de los peñi y lagmien estan organizados en comunidades, con sus dirigentes y sus luchas centenarias encima. Esto es así aun en aquellas comuniades menos politizadas y más "gobernistas". Todas o casi todas han tenido que salir más de una vez a cortar una ruta, a marchar a una repartición de gobierno para rebir agua o recuperar un terreno.
A partir de esta organización básica, impusta por las leyes chilenas, hay multiples asociaciones que van desde aquellas que reivindican la autodeterminación territorial para el pueblo hasta las que buscan preservar la cocina mapuche. También saben que desde hace un tiempo, todas estas, desde la más inofensiva, estan cruzadas por un inquitante discurso identitatrio con ribetes autonomistas. Superpuesta a esta estructura, están las antiguas autoridades tradicionales, que subsisten en importantes sectores, y que manejan fuerzas de otro orden, que persistirán en el territorio mientras ellos sigan aquí.
Del mismo modo, las autoridades y su inteligencia deben concer el número exacto y el alcance de las radioemisoras mapuche repartidas por todo el Wallmapu, de los paquines y periódicos y su tiraje, de las páginas web y sus visitas diarias, de las listas de correos-e y su freceuncia, y los dirigentes que dan vueltas por los diferentes territorios interconectando las problemáticas y las gentes.
Todo esto tienen en cuenta en la Moneda. Sin embargo no tienen forma de saber que puede significar un alzamiento de las comunidades. Ni el propio Lonko lo sabe. Pero está ahí, latente, como la liberación de la Gente de la Tierra y la libertad de sus presos.